¿Qué es una dieta de bajo índice glucémico?

El índice glucémico (IG) es un tipo de índice para evaluar el efecto de los alimentos sobre el azúcar en sangre, por lo que tiene un importante significado de referencia para los pacientes diabéticos. Además, en los últimos años, con la creciente atención al control del peso, cada vez más personas sanas han empezado a prestar atención al índice glucémico de los alimentos.
Pero hay una tendencia creciente llamada dieta de bajo índice glucémico que se basa en este concepto. La semana pasada hablamos de esta nueva dieta. ¿Pueden las dietas de bajo índice glucémico ayudarnos realmente a controlar el azúcar en sangre y el peso? ¿Tienen algún inconveniente?
Beneficios potenciales de una dieta de bajo índice glucémico
La diabetes es una enfermedad compleja que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo. Los diabéticos no pueden metabolizar el azúcar de forma eficiente, por lo que es difícil mantener unos niveles saludables de azúcar en sangre. Sin embargo, un mejor control de la glucemia puede ayudar a prevenir y retrasar la aparición de complicaciones, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, lesiones nerviosas y daños renales. Muchos estudios han descubierto que una dieta de bajo índice glucémico puede reducir eficazmente los niveles de azúcar en sangre de las personas con diabetes. En otras palabras, una dieta de bajo índice glucémico se asoció con niveles más bajos de azúcar en sangre a largo plazo.
Además, un gran número de estudios han informado de que una dieta hiperglucémica puede aumentar el riesgo de diabetes de tipo 2 entre 8% y 40%. El estudio también demostró que por cada aumento de cinco unidades en el índice glucémico, el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 aumentaba en 8%.
Además, una dieta de bajo índice glucémico también puede mejorar la diabetes gestacional (DMG) en las mujeres, e incluso reducir el riesgo de bebés gigantes.
Además de ayudar a controlar el azúcar en sangre, las investigaciones sugieren que una dieta de bajo índice glucémico puede tener otros beneficios para la salud:
Mejorar los niveles de colesterol: Los estudios han demostrado que una dieta de bajo índice glucémico puede reducir el colesterol total en 9,6% y el colesterol LDL en 8,6%. El colesterol LDL se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
Ayuda a perder peso: Los estudios han descubierto que una dieta de bajo índice glucémico puede ayudar a los adultos sanos a perder de 0,7 a 1,9Kg en 5 a 10 semanas, pero el impacto a largo plazo en la pérdida de peso es limitado.
Menor riesgo de cáncer: Las personas que siguen una dieta de alto índice glucémico pueden tener un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de endometrio, colorrectal y de mama, en comparación con las que siguen una dieta de bajo índice glucémico.
Menor riesgo de cardiopatías: El estudio descubrió que las personas que seguían una dieta con un índice glucémico alto tenían un 25 por ciento más de riesgo de sufrir enfermedades cardiacas que las que seguían una dieta con un índice glucémico bajo, pero se necesitan más investigaciones para confirmar esta relación.
Dieta inadecuada de bajo índice glucémico
A pesar de los muchos beneficios de una dieta de bajo índice glucémico, inevitablemente tiene algunos inconvenientes debido a su índice único.
En primer lugar, el índice glucémico no refleja todo el contenido nutricional de un alimento. Además del índice glucémico, es igualmente importante tener en cuenta el contenido de grasa, proteína, azúcar y fibra de un alimento. Las patatas fritas, por ejemplo, tienen un índice glucémico de 75, mientras que las patatas asadas, que son más sanas que las patatas fritas, tienen un índice glucémico de 85.
De hecho, hay muchos alimentos poco saludables con un índice glucémico bajo, como los helados (36 a 62), el chocolate (49) y las natillas (29 a 43), que son difíciles de captar con este único indicador.
En segundo lugar, el índice glucémico mide el impacto de los alimentos individuales en los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, la mayoría de los alimentos se sirven como parte de una comida copiosa, en cuyo caso es difícil predecir el índice glucémico.
Por último, el índice glucémico no tiene en cuenta la cantidad de alimentos consumidos. Sin embargo, la ingesta es un factor importante para determinar el efecto de los alimentos sobre los niveles de azúcar en sangre.
Por ejemplo, la sandía tiene un alto índice glucémico de 80, lo que teóricamente es un alimento que es mejor evitar en una dieta de bajo índice glucémico. Sin embargo, en circunstancias normales, las personas normales no son tan tontas como para consumir 1 ó 2 sandías a la vez, por lo que el efecto de la sandía normal sobre el azúcar en sangre no es grande. Por este motivo, considerar únicamente el índice glucémico puede no ser la mejor opción para controlar los niveles de azúcar en sangre, y también debemos tener en cuenta la ingesta de alimentos a la hora de planificar nuestras comidas. No existe una dieta única para todos
Las dietas de bajo índice glucémico tienen muchos beneficios potenciales para la salud, como reducir los niveles de azúcar en sangre, ayudar a perder peso y reducir el riesgo de cardiopatías y diabetes de tipo 2, y pueden ser una buena opción para las personas con diabetes. Sin embargo, como ya se ha mencionado, también tiene inconvenientes, como no tener en cuenta otros nutrientes y no tener en cuenta la ingesta.
No existe una dieta única para todos. Por lo tanto, al adoptar un determinado patrón dietético, también tenemos que optimizar aún más de acuerdo a nuestra propia situación, ya sea la pérdida de peso o el control de azúcar en la sangre, cuando se hace referencia al índice glucémico de los alimentos, sino también considerar además la ingesta y el equilibrio de otros elementos nutricionales, sólo de esta manera, podemos realmente lograr una dieta sana y equilibrada.